No sé si has oído hablar de este chico Dientes separados y ojos marinos Está en el baño ahora escondido Huyendo de que le peguen esos niños
Una infancia inestable, peculiarmente adorable Lo esconde de sus padres, con su hermana y sus viajes No viste normal, le gusta cantar Se pasa las tardes en el mundo virtual (En su habitación, escribe otra canción)
Si las cuatro cuerdas pudieran hablar Los escenarios vendrían a escuchar Que llega el momento de salir a actuar Le apuntan las luces Y ahí no está
Tras la pantalla conoce a una chica Que cree en sus melodías Juegan a quererse estos dos adolescentes En bucle escucha su “me gusta el hueco entre tus dientes”
Pasan los años, va a la universidad Estudia y baila, la chica ya no está Él sube al avión, no puede dejar de mirar Al chico de verde y gafas de ciudad Él no es igual, él no es igual Se tiende a comparar Pero hay algo más
Si las cuatro cuerdas pudieran hablar Los escenarios vendrían a escuchar Que llega el momento de salir a actuar Le apuntan las luces Y ahí no está
Llega el día del concierto Marisoplas por todo su cuerpo Por si nadie aparece, se rían de él A subir no se atreve
Los escenarios están en tu diario Todos cantando, ¿a qué estás esperando? Los escenarios están en tu diario Todos cantando, ¿a qué estás esperando?
Y ahí no está Si las cuatro cuerdas pudieran hablar Habría luces, aplausos, y a brillar Si llega el momento, salir a actuar Nervios por dentro y empieza a temblar Le apuntan las luces, silencio Ahí está
Al fondo entre los ojos de la gente Está la chica, y aplaude como siempre Él sonríe desde arriba y se sorprende Va a comerse el mundo con un hueco entre los dientes En medio de este amarillo Tú y yo sabemos que esto solo es el principio De lo que estás cuatro cuerdas quieren leerte De parte del chico del ukelele