Hay un curita santo y otro que no es tanto desde que se enamoró.
El curita santo se la vive rezando y el otro llorando de amor, y se da golpes en el pecho para ver si con eso se le calma el corazón… pues piensa que es un grave pecado y se lo llevará el diablo -grave error!-
Dios nunca dijo eso, Dios bendijo el amor y es mejor un amor prohibido que odiar con permiso, digo yo.
Y es mejor un amor prohibido que odiar con permiso, digo yo.
Hay una niña pura y otra no tan pura desde que se enamoró, la niña que es pura se la pasa estudiando, la otra soñando en amor… y se abraza fuerte a la almohada para matar las ganas de lo que mamá prohibió… pues piensa que es un grave pecado y se la llevará el diablo -grave error!-
Dios nunca dijo eso, Dios bendijo el amor y es mejor un amor prohibido que odiar con permiso, digo yo.
Dios nunca dijo eso, Dios bendijo el amor y es mejor un amor prohibido que odiar con permiso, digo yo.
Y es mejor un amor prohibido que odiar con permiso, digo yo.
Hay un hombre macho y otro que no lo es tanto desde que se enamoró, el hombre que es macho se la vive borracho y el otro temblando de amor, y se despinta los labios y sufre pensando en su “rarito” amor, pues piensa que es un grave pecado y se lo llevará el diablo -grave error!-
Dios nunca dijo eso, Dios bendijo el amor y es mejor un amor prohibido que odiar con permiso, digo yo.
Dios nunca dijo eso, Dios bendijo el amor y es mejor un amor prohibido que odiar con permiso, digo yo.
Y es mejor un amor prohibido que odiar con permiso, digo yo.
Y es mejor un amor prohibido que odiar con permiso, digo yo…