El Sitio – CA7RIEL

Esta es la historia de un padre con su pequeña
El sobreprotector de su vida, ella quería ser dueña
Sueña, mientras que en su arte se desempeña
Pero solo basta para terminar todo con una seña
Él, empresario y de los números un visionario
No tiene, en la cabeza, otro objetivo que aumentar su salario
Tiene de amigo solamente al comisario
Tiene secretos que nunca pudieron salir del armario
Su misión es la sumisión en la consumición
Pa’ poder morir en paz en una mansión
Aspira a ser el dueño del planeta entero
Respira famélico de poder como obispo en el clero
Ella, artista plástica, tiene más conocimiento de emociones
Que el escritor de esta historia en canciones
Busca, en el mundo y su ambiente, ser respetada
Mientras escupe a su padre en la cara su vida planeada
Escucha jazz, hip hop, toda mierda que la alimenta
Se sienta en un cajón de frutas y sobre un lienzo inventa
Cuando saca su paleta, ella incrementa
Su manera de fluir y reír como chocolate con menta
Orgullosa y luchadora, no hay nadie que la pise
La vida le dió dos ojos únicos como eclipses
También la habilidad de ver la personalidad en matices
Cada vez que mira a su padre lo ve en escala de grises
Mientras él dirige su empresa con postura represiva
Ella va a la plaza, se expresa y comparte una sativa
Con sus compañeros de rancho no tan pudientes
Y él tratando a todos sus pares como sirvientes
Se acerca la noche, el don ya pidió chófer y coche
La lady, en cambio, dibuja a los seres de la plaza a troche y moche
Uno sube su parabrisas oscuro de lujo
Mientras otra crea historias abiertas de brujos
El tipo, con un banquete, su ira amansa
Al ver la silla vacía de su hija, aumenta su desconfianza
Le echa la culpa al arte y nunca a su crianza
De niña hippie a mujer de negocios, él perdió la esperanza
El cana le debía un gran favor y este sería
Que interfieran la CIA y que la encerraran en la comisaría
Y que por veinticuatro no pudiese ver la luz del día
O dos meses si le encontraban tan solo un gramo de maría
Operativo en la plaza
Azules apagan todas las brasas
Piedad y compasión son escasas
Es hora de que vayas a tu nueva casa

Sus compañeros se plantan con sus túnicas raperas
Empuñan palos y avanzan de forma guerrera
A lo que los polis empiezan una balacera
Derriten a los pibes como el fuego a la cera
Ella huye, ficha como un cana su arte destruye
Corriendo como flecha se encuentra un wacho que contribuye
A su escapatoria, la guía por callejones con mucha euforia
Sabe que su vida está en manos de gente aleatoria
Se meten en laberintos tomados por indigentes
Ya no se escuchan más las sirenas de los agentes
Observa a los seres que estaban alrededor
Y no puede creer que en sus auras haya tanto color
Luego, en calma su motor, su corazón, ella muda
Pregunta a su salvador la razón de su ayuda
Toda pregunta tiene respuesta, él contesta
Que no podía seguir habitando una ciudad tan oscura

Contempla en el sitio, colores inexplorados
Contempla en el sitio, matices inesperados
Contempla en el sitio, una fuente de energía
“Bienvenida”, dice su madre que la había dejado

Bienvenida al sitio (No hay cuerpo pero tenemos alma)
Bienvenida al sitio (De los que mueren por amor o por un arma)
Bienvenida al sitio (De los que hicieron bien en tierra, los que al arte se aferran)
Bienvenida (Y los que te recuerdan ahora te entierran)

Bienvenida al sitio (No hay cuerpo pero tenemos alma)
Bienvenida al sitio (De los que mueren por amor o por un arma)
Bienvenida al sitio (De los que hicieron bien en tierra, los que al arte se aferran)
Bienvenida al sitio (Y los que te recuerdan ahora te entierran)