Viernes temprano, Julio del 95 El rostro lleno dudas, lo sabía sería distinto Pues mamá no tiene empleo y en la mesa somos cinco Por el hambre que hay en casa fajé la escuadra en el cinto
Salí temprano, aun sin luz estaba el barrio Y había conectado a Carlos, me esperaba en el estadio Le dije estás cinchado si tienes lo necesario Tu callado y si hace falta yo disparo al comisario
Eso me dijo persinate, vamos recio Que hoy el motín es grande y no importa cual será el precio Seguimos de largo, le dije a Carlos que pare En esta prepa tiene baro morras de Lomas y andares
Volteando hacia el cielo, grité “No me desampares” Que me bajo cinchado con la feria y los celulares Sexta víctima a mitad de la misión Un señor me gritó “Alto!” al final de ese callejón
Por sentirse verga, también le toca cabrón La mirada va en el piso, báscula a su pantalón Esta tarde tuve suerte pero nunca entenderán Que esta vida no se escoge y llega cuando falta el pan
Talvez mañana me toque Pero nunca entenderán Que la primer regla del business Es no dejarselo a mamá
Llegando a casa, mi mujer dijo “Que pasa?” Yo asustado y sin dinero, fui víctima de amenazas Dijo “Calma, estás bien a mayores no pasó” Dije “A la verga, voy por eso hijo de puta que me apuntó”
Dieron las 3, me dí unas líneas, era el turno De probar mi suerte afuera, pues este perro ninguno También perro de barrio, pero el barrio no asimila Que preferí dejar la calle para cuidar de mi familia
Perra vida, pero iba a todo, salvando almas nuevas Y escuché “Damelo todo por el barrio de San Sebas” Pa’ mi suerte, eres tú, lo que buscaba es verte Preferiste tu pasado donde tu destino es muerte
Le dije no se arma, puso el arma por la frente Le dije última chansa, un minuto pa que cuentes La historia de tu vida y expliques todo este asunto Si me apuntas pues dispara y de una vez nos vamos juntos
Le dije, tu que crees perro? Nada de esto es justo Andar robando a mano armada por las noches no es por gusto Pinte dedo, salí corriendo sin hacer placa Llegué asustado al barrio preguntado por la Flaca
Me dijo “Tu tranquilo, yo te guardo en mi cantón” Pero apenas di tres pasos y escuché en el callejón “La mirada va en el piso, quédate quieto cabrón!” Y PUM! Salió la bala del cañón