Voy a tomarme tres copas de purito sentimiento Porque recuerdo de la joven a quien yo adoro Cada que yo leo sus cartas suspiro, pero no lloro Por aquellas tiernas manos con que me las escribió
Recuerdo de las caricias, que me hacía la vida mía Que el amor se va a ‘onde él quiere, no a ‘onde su dueño lo envía Se fue con su mero dueño, donde Dios lo destinó No hubo tiro voló el pato, nomás las plumas dejó
Decepcionado…
Recuerdo de las caricias que me hacía la vida mía Que el amor se va a ‘onde él quiere, no a ‘onde su dueño lo envía Se fue con su mero dueño, donde Dios lo destinó No hubo tiro voló el pato, nomás las plumas dejó